Elige tu propia aventura

Anne notaba el calor que emanaba de la taza de té que sostenía entre sus manos, como si de un pequeño ser vivo se tratara. Concentró su mirada en el líquido del interior, como si dentro pudiera encontrar las respuestas que desde hacía días la esquivaban. No entendía el comportamiento de Mark. Desde el jueves pasado notaba como un abismo se había abierto entre ambos, alejándoles, separándoles, dejando sólo frío en su intimidad. Sabía que, en parte, había sido culpa suya. No tendría que haberlo presionado tanto, quizás debería haber sido más compresiva, se decía. Diablos, de que servía torturarse con el pasado, si lo que le preocupaba era el futuro.

Con un suspiro, dejó la mente en blanco. Un cálido amargor acarició su lengua cuando el interior de la delicada taza cambió de continente. Tomó una resolución. Definitivamente, no solucionaría nada escondiéndose de sus problemas en aquel atemporal café. No, iría a ver a Mark, le abordaría y le diría...

En aquel momento, un gigantesco robot cayó sobre el pequeño edificio donde Anne se encontraba tomando su té, destruyendolo en el proceso. Ante él, otro robot muy grande pero menos molón giraba sus tuercas faciales en lo que podría considerarse una robótica sonrisa muy maquiavélica.

- "Que dices Minitruck, ¿Te rindes ya? Has de saber que no he empleado ni el 10% de mi potencial ofensivo para acabar contigo, ¡¡¡ja ja ja!!! Pero no te preocupes, el resto de tus amigos caerán pronto, cuando mis compañeros completen la emboscada que les han preparado, y de la cual tu no podrás avisarles, ¡¡¡ja ja ja!!!"
- "Por todos mis circuitos, es cierto, no llegaré a tiempo de avisarles, ¡¡oh, no!!"

¡¡¡Chan-chan!!!

* Si quieres que los robotses se peguen mucho, pasa a la página siguiente.
* Si quieres que un mono borracho arregle la situación, pasa a la página 24.
* Si quieres que Anne salga de las ruinas y reparta estopa, pasa a la página 93.
* Si quieres que aparezca un hosco leprechaun maldiciendo entre dientes, pasa a la página 122.
* Si quieres que todos juntos decidan darle una paliza a InsertCoin, pasa a la página 124.

Go Gadget go!

Estaba en comiendo tan tranquilo cuando de repente mis ojos se toparon con una abominación. Resulta que el diario "Público" va a pasar a regalar los sábados unos deuvedeses con dibujines animados para la chavalería. Hasta ahí, bien. El problema es cuando veo que la primera entrega es el Inspector Gadget. Uno pensaría "bueno, bien, no veo el problema, una serie mítica donde las haya, interesante, curiosa, bien hecha, bravo, bravo, es incluso orgásmico".

Una polla con cebolla toda entera para más dentera.

Vi con mis propios ojos como lo que se desplegaban ante mi eran imágenes en una especie de animación 3d de un, sin duda, renovado y remodelado Inspecteur Gadget, quien además portaba, ATENCIÓN, un bigotito de lo más afrancesado. ¡Infamia ignominiosa! ¡Han convertido a mi simpático y adorable inspector en un gerdarme francés con aires de suficiencia repelente!

Vistos estos hechos, no he podido sino encender mi espíritu criticón, y volcar toda mi frustración procedente de mi completo desconocimiento de la nueva serie en este presente post. Así son las cosas.

Quería poneros un vídeo del nuevo Inspecteur, pero no me ha sido posible encontrarlo me niego por razones éticas y morales. Con vosotros, la intro de toda la vida.

Terminator 3

Esta debería haber sido la auténtica.

No hay más que decir.



Aquí en mejor calidad.

Sin despeinarme na siquiera

Hoy en nuestra veterana sección dos nuevas y flamantes incorporaciones:

1.- El juguete de la niña histriónica que amenaza con un terrible taladro pintador (o algo así) al sonriente chaval de la derecha. Éste, inocente, no sabe que le va a caer la del pulpo en cuanto la niña deje de posar para la foto.


2.- Euh... no se ve, pero el juguete es una aspiradora que ponía "¡Aspira de verdad!" y salía un simpático mozuelete ataviado con un mandil (abajo a la derecha, lo podéis intuir). Me pongo en pie ante la astucia de los jugueteros, quienes en un nuevo hito histórico han conseguido que los niños no sólo jueguen, sino que además nos hagan las tareas de la casa. Así, da gusto.


Y chimpún colorado, este post se ha terminado.