¿Quién no ha sentido nunca la tentación de comprar una pistola y dejarse llevar por la enajenación mental mientras se pone a pegar tiros a diestro y siniestro? ¿Quién nunca ha pensado en, agarrando fuértemente un buen bate de madera pulida, jugar a la piñata con la cabeza de alguno de esos incordiantes seres humanos que tanto abundan? Incluso, ¿Quién no ha tonteado con la dulce idea de golpear hasta la muerte a un semejante con un gato muerto?
Yo, malditos cabrones. Dejad de asentir con la puta cabeza y alejaos de mi, joder, me dais miedo. Enfermos.
5 feb 2008
Pensamientos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Pues a mí de vez en cuando me habría encantado liarme a guantazos con más de uno...
Mal hecho amigo mio, mal hecho... Te dejas llevar por el lado obscuro... Siempre hay que dialogar, llegar a un acuerdo mutuo, y, bueno... si esto falla, pues... que cojones, reviéntale la cabeza. Pero sin odio, que eso es muy malo.
Publicar un comentario