22 nov 2008

Crueldad

Aplastó el cigarillo contra el cenicero, exhalando lentamente los últimos restos de humo blanco. Se sentía, de repente, muy cansado.

- ¿Dijo algo en su favor?
- Que no podía evitarlo. Que no era su culpa y que no hacía daño a nadie. Esa mierda.

Se llevó las manos a la cabeza... Últimamente el mundo parecía girar demasiado deprisa para él. No entendía las reglas por las que la gente se regía. Él era de la vieja escuela. Vieja escuela, viejos delitos. Este caso, le venía grande.

- No lo entiendo, simplemente, no lo entiendo. Un hombre aparentemente normal, con una vida aparentemente normal y unos gustos aparentemente normales. Un día, algo cambia, algo se rompe en su interior...

Con destreza adquirida con los años, cogió un par de vasos pequeños de un armario cercano, y sirvió en ellos un poco de su "jugo de robles" personal.

- Según él mismo declaró, acababa de dejar a su novia en su casa, cuando vió a un pequeño gato abandonado en la calle. Disfrazando sus obscuras intenciones de nobles motivos, invitó al animal a subir al vehículo, quien confiado e inocente, acabó cediendo. En el viaje devuelta a casa fue maquinando su pequeño "juego". Cuando llegaron a casa, el sospechoso le suministró un plato repleto de leche a la desfacellida víctima...
- Increíble...
- Según creemos, pudo incluso haberlo vuelto a llenar una vez fue terminado por el gato... A continuación, tal como había planeado, dejó que la noche, la leche, y el gato maceraran juntos. A la mañana siguiente, volvió a meter al desprotegido animal en el coche. Éste, debido a los ya duros problemas intestinales, se movió inquieto por el interior del vehículo, intentándo alertar a su conductor de que no podría aguantar mucho más...
- He oído que el sujeto llegó a ponerle el pie encima en algún momento para evitar que se moviera.
- No está confirmado. Lo que sí sabemos es lo que sucedió a continuación. El pobre animal, totalmente incapaz de seguir conteniendo el tormento intestinal que le sacudía, se situó sobre el salpicadero en un último intento de llamar la atención y, finalmente...
- Dios, no lo diga...
- ... digamos decoró el vehículo con una cascada tropical.
- Joder...
- Cuando encontramos al detenido, acababa de lanzar por la ventana del vehículo en marcha al animal, quien se quedó al lado de la carretera maullando sólo y desnutrido...
- Monstruo...
- La sonrisa de satisfacción aún le dura.
- Increíble...

Vació de un trago el contenido del vaso. Se quedó mirando al vacío unos instantes, perdido quizás en otros tiempos. Tiempos más sencillos, más fáciles, más suyos. Con un asentimiento de cabeza, musitó un "enciérrelo", y despidió al agente. Una vez hubo cerrado la puerta, se bebió el contenido del segundo vaso.

2 comentarios:

La nuit dijo...

Real como la vida misma... Pobre animal, caer en las manos de tan desalmado ser. Aún lloro cuando lo pienso...

Kineas dijo...

Frutal, digo grupal, digo gutural.

Jodido asalta-gatos.