18 ene 2008

Baúl de mago

¿Nunca os ha pasado que de repente os dais cuenta de que algo que veíais de una forma, realmente quería expresar otra? Es decir, me refiero a si alguna vez os habeis dado cuenta de que no estais cogiendo todo el trasfondo del asunto. Como cuando alguien os hace la pelota porque quiere algo, pero vosotros, confiados e ignorantes de la vida, pensais que realmente os valora.

Pues eso mismo es lo que siento muy a menudo. Que me pierdo algo. Algo se me escapa cual pastilla de jabón se le escapa a un recluso del ala este en el momento de la ducha comunal (bueno, no, el ejemplo no es válido, a este pilluelete el jabón se le va por otra razón, pero vamos, se entiende, ¿no?).

El caso es que intento con todas mis fuerzas captar el trasfondo de lo que me rodea. Y no estoy hablando ya de política (donde no es que capte poco, es que capto negativo), sino de todos los campos posibles. Por ejemplo, cuando escucho una canción, me gusta sentir no sólo la música, sino también lo que la letra me quiere transmitir, saber por lo que pasaba el autor cuando la escribía (que bien puede ser un momento de delirio inducido por, quizás, alguna droga poco legal, la felicidad de un hijo recién nacido, o, más habitualmente, la necesidad de llenar un disco de canciones para poder comer).

No obstante, entender lo que sucede a tu alrededor e interpretarlo no es algo tan facil como parece, y no basta con ver el telediario, o leer el análisis de la última película vista. Hay que ejercitar bastante eso que llevamos entre los hombros. No, no os dediqueis a sacar pectorales, me refiero a la cabeza (vale, vale, chiste malo de cojones, pero es que estaba a huevo...). Y encima hay que hacerlo a menudo. Y además nunca es facil (aunque digan que cada vez cuesta menos, es mentira, siempre cuesta, no os dejeis engañar). Y lo peor, es que esto no te hace más feliz. Antes bien, lo más probable es que te convierta en un amargado todavía peor de lo que ya eres (y si no lo eres, ¿a que esperas?, ¡todo un mundo de diversión te espera!). Pero, bueno, hay que hacerse una pregunta: ¿mejor ser feliz ignorando la verdad de lo que te rodea ("la felicidad de los niños"), o bien asumir que en ocasiones hay un fondo "oculto" que no se presenta tal y como es, y que, de vez en cuando, está bien eso de saber que quizás todo no es tan bonito como lo pintan?

Y es que es muy frustrante vivir rodeado de información, y no saber interpretarla. Quien sabe, quizás algún dia lo consiga. Malditas mañanas frias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ainssssssss, sabía que este momento iba a llegar :)

En mi opinión, no todo es cerebro en la vida (por muy ingeniero que seas :p) Hay veces que no hace falta entrar en un espiral de análisis de causas-efectos para entender/que te guste algo. Simplemente lo entiendes o te gusta, y punto.

De hecho, creo que si primero nos entendieramos a nosotros mismos, la cosa sería mucho más fácil........

He dicho (yo también soy moralista, como todos, jaja)