8 ene 2008

Papa Noel debe morir

Creo que en mayor o menor medida, todos odiamos las navidades. Las razones pueden depender, pero en nuestro interior sabemos que es cierto, hay algo que, simplemente, nos despierta nuestros más bajos instintos cuando vemos al bastardo esclavista de gnomos de Papa Noel en la tele anunciando alguna parece-genial-pero-realmente-va-a-ser-que-no oferta telefónica, o bien cuando oimos a desgarbados e insulsos especímenes humanos pronunciando en francés (en ocasiones un triste intento de) imbecilidades cuyo único fin es que pensemos que ese perfume es realmente bueno y sofisticado. O sofisticado, a secas.

Después de cierta investigación (mentira, me lo acabo de sacar de la manga) creo que este odio puede provenir de dos causas:

a) Echamos de menos a los que no están (sea por el motivo que sea), con lo que estas tan familiares fiestas no son sino un recordatorio de 14 dias de que ciertas personas no están aqui. Con lo que siempre gusta que a uno le metan un palito en el ojo, no entiendo a la gente que se pone triste por esta razón.

b) El marketing (anti-)navideño. Anuncios en la tele, en la radio, en los periódicos y en general en calquier tipo de medio que permita poner algún absurdo mensaje de felicidad navideña. Dentro de esta clasificación están también definidos dos mensajes bastante claros, a veces separados, a veces juntos:

* "Es navidad luego se feliz": por Crom todopoderoso, parad ya con esas incordiantes consignas, que no es cuestión de embucharnos la felicidad como si de patos destinados a foie-gras se tratara, oño. Cuanto más lo oigo, más ganas tengo de reventar a patadas todo aquel motivo navideño que se cruce en mi camino.

* "Es navidad luego compra": este en particular es el que a mi más odio me inspira. Compra compra compra. Todo es comprar. Todo son regalos. Todo son ganas de asesinar e incendiar cuando escucho anuncios del tipo "regala felicidad en el Navajazo Inglés". Roargh.


Lo mejor es apagar la tele, intentar no asesinar a los niños que llaman a tu puerta pidiendo el aguinaldo y recordar que aunque debería estar recompensado por ley, actualmente invadir el piso de tu vecino y quemarle el Papa Noel que tiene colgado en el balcón mientras danzas alrededor riendo compulsivamente y gritando "te tengo hijo de puta, por fin te tengo" parece ser que se considera un delito (incomprensible, sí, pero es asi).

Felices (pasadas) fiestas!

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